Valentino

Volví. Puede haber sido el frío invierno o la muerte de Michael Jackson, pero mis dedos sentían un leve dolor que impedía abrir este blog. Y no es que recordar el pasado me acompleje o me haga tomar decisiones equivocadas, pero a veces es mejor podar el árbol y esperar a que crezca como siempre esperamos que lo hiciera, con esperanza y fe se puede obtener raíces mas firmes.
Soy tal vez un trastorno de personalidad afortunadamente no tratado, pues a pesar de no haber llegado a la instancia de cortarme una oreja, he sabido ahuyentar de buena manera a la mayor parte de las personas que intentan acercarse. Pero inexplicablemente esto me gusta.
Está bien, reconozco que no soy el ermitaño que vive en un vagón abandonado y que es alimentado por las gitanas de la época, a lo Romané en el 2000, pero debo decir que el mundo de las hormigas ha cambiado. Ya no se trabaja en grupo ni se le lleva todo el poder a la reina. Un pensamiento bastante Covadonga por cierto, pero que tiene su significado en la última hoja del libro de autoayuda que estoy leyendo.

Puede ser que esta vez prometa crecer como persona, como también es probable que diga que haya aprendido a andar en bicicleta, cuando al primer viento sur mi cabeza salte quizás a qué rincón, pero la clave está en intentar, en vivir las experiencias y sacar de ello lo más provechoso. Siento que la Real Academia Española tiene una deficiencia en sus estudios y ya no encuentro palabras para expresar cómo ha sido el último tiempo en el planeta Tierra. No estoy muy seguro de lo que estoy haciendo pero ante todo está mi felicidad y tranquilidad. Cuando no puedes entregar todo lo que una persona espera de ti, es mejor dejar que busque la forma de satisfacer sus necesidades. Si no le sirves, no te acomplejes, pues hasta las enzimas son más inteligentes y reconocen la teoría de llave-cerradura. Así somos nosotros.

Tal vez nadie vaya a leer este blog, pero es mi forma de expresar que Valentino está tranquilo, que hizo lo que debía y que aunque muchos lo odien por querer llegar a la perfección, está completamente seguro del legado que dejará en los hombres. Pues no basta una biblia para transformarse en quien queremos. Eso yo lo sabía...

No podía faltar un título Kafkiano en un blog tan cursi como este. Es tiempo de sentir crujir las hojas en cada paso, aunque el viento azote tu cara y te recrimine por lo estúpido que fuiste mucho tiempo. Ya no quiero ser como Bridget Jones. Ya no quiero que la gente me mire como el chico desesperado que tiene un par de anillos de compromiso en el bolsillo interior de su morral que le llega a los pies.
Es un poco frustrante esperar cosas de la gente, porque no hay contratos de honor, porque no hay lazos que te aseguren que las personas cumplirán su palabra. A veces no entiendo cómo la gente con tan solo dos palabras puede hacerte tanto daño, y tampoco entiendo cómo en tan solo dos oraciones el mundo se te puede caer a pedazos. Quiero dejar de lado mas malas interpretaciones y las segundas suposiciones, pues es la cruz que lleva Valentino.
Hoy comenzaré a construir una vida en la que los hechos y las vivencias narran una historia que nadie sabe en qué terminará, pero sin duda ha sido escrita con pluma selecta. Voy a recorrer esos caminos que he soñado desde pequeño. Aprenderé a amar mi vida y a valorar a los que me rodean, porque es ahora cuando te das cuenta quienes estan contigo. Lamento decir que me sobran perfumes para asignarle uno a cada amigo. Me sobra piel para cubrir a cada uno de ellos cuando tuviesen frío. Hoy es un día en los que agradezco a Dios por todo lo que me ha hecho vivir. Porque he llorado y reido tanto que poco a poco encuentro el sentido de mi vida. Ayer estaba oscuro y hoy puedo ver una luz al fondo. Es genéticamente probable que termine escribiendo basura lacrimógena, o en su defecto deseando hacer el amor en un cementerio. Lo importante, es que descubrí como mover las piezas para hacerle jaque mate al destino. Soy seco.

Misión del día: Conocer un tipo interesante dentro de un chat y no encontrarte a tu ex en el intento.



C omienzas la experiencia levantándote de tu cama, y el escritorio lleno de velas, rogándole a todos los santos tener éxito en la búsqueda. Buscas tu calcetas que compraste el invierno pasado, vas a la cocina y te preparas un inspirador té, y para engañar tus emociones, te llevas al dormitorio no una, sino dos lipídicas maxi hamburguesas de queso, maíz y mayonesa, lo que resulta algo poco sexy para la otra persona, pero da lo mismo, no es día de webcam.

Ok, y lo primero que se te viene a la cabeza es usar un buen nick, y un buen perfil, para llamar la atención de todas las almas perdidas que buscan de una u otra forma un mismo propósito: estar en tu cama esta noche. No Valentino, si piensas de esta forma, entonces tu misión se irá por el triángulo de las Bermudas, así que pensemos que el propósito de ellos, es conocer alguien guapo, inteligente y honesto.

Si ha pasado media hora, y nadie te habla, es porque tal vez fuiste a comprar un cd de jazz a una carnicería, guiado por tu lazarillo, a lo Coco Legrand en un comercial que no viene al caso mencionar. Pues lo único que puedes hacer, es tal vez prometer ir a Yumbel el año que viene y sentarte a navegar. Ver tu horóscopo, revisar problemas faranduleros, y hasta ver métodos de paternidad gay, en su defecto.

Si eres una de esas personas que se aburre hablando de medidas corporales, de descripciones faciales y del kamasutra entonces te resultará difícil encontrar alguien que pueda llenar una tarde en que te han dejado solo, pues tu madre fue a hacer las compras mensuales, para alimentarte y para sentarte todas las tardes a comer dos maxi hamburguesas frente a un computador esperando que llegue algo más impresionante.

Te habla la primera persona, es un niño de 16 años, en plena pubertad y dispuesto a ser todo lo que tu exiges en una relación de pareja, pero hay cosas más importantes como por ejemplo, los años que pasarás en una cárcel, trabajando de modista en los talleres internos, luego de que la madre del joven te acusó de abuso de menores. Entonces la cuestión no es tan sencilla. Porque por otro lado, si decides encontrar un hombre maduro, tal vez termines recibiendo una millonaria herencia a los meses de entablar conversación, o pagando sus deudas en DICOM. Es tan sencillo como esto: busca alguien que en lo posible, sea igual a ti, que comparte tus gustos musicales, alguien con quien puedas pasar tardes enteras riendo como la gente que veía a Godiva pasearse en bicicleta. Alguien que lejos de esperar lo mejor de ti, se conforme con lo que día a día entregas.

Comienzas a sentir cosas extrañas, porque encuentras alguien que lo tiene todo para ser tu pareja, no necesitas seguir hablando porque es amor a primera letra, al principio sentías que te faltaba algo y bastaron 2 líneas para sentirte pleno. Ese alguien te hace querer entrar por tu computadora y querer llegar hasta su dormitorio, tal vez por el balcón, a lo Dawson's Creek. Pasas por un momento hipnótico y tu nana te encuentra prácticamente besando el monitor. Atroz.

Llega el momento de la verdad, es como cuando tienes una cita, y vas a dejar al chico a su casa, entonces el puede invitarte a pasar a su casa o dejarlo todo hasta ahí. Dejaré esta vez que él pida mi Messenger, entonces estoy fingiendo ser Michael Jackson en Red Carpet. Luego de un rato, acepto conocerlo más allá y proyectarme con él en la vida. Tal vez iríamos a tomar smoothies, beber cerveza con miel o comer ensaladitas en algún mall. Escupo el té y mi notebook se apaga. Diablos, estoy hablando con mi ex. Trágame tierra.

Y es la típica escena sexy donde Valentino aparece sobre su piano, encandilado por las luces del escenario de la vida. No podía despertar sin haber sentido en plena oscuridad esa voz tierna, dulce y algo desafiante que incita a pensar lo que hiciste durante el día e intentas recordar si antes de dormir debes pedir perdón por alguna mala obra. Tal vez hoy he deseado la muerte de alguien, pero no soy una mala persona. Es que a veces, siento que no soy lo suficientemente tolerante como para soportar la basicidad y monotonía a la que estoy expuesto. No es necesario sentarse en el sofá a ver Corazones Solitarios acompañado de un dopamínico Carte D'or para darse cuenta que en este mundo voy quedando cada día mas solo. Es que tal vez hay cosas dentro de mí que hacen que no sea el chico de al lado, ese que sonríe todas las mañanas y vive de relaciones diplómaticas. Tal vez vaya al cine solo, me siente en un patio de comidas a comer una copa de helado XXL y en cada cucharada le devuelva la dulzura a mi vida. No sé, a veces siento que el resto está demasiado desenfocado y realmente no tiene una razón de vida. Hay gente que día a día pierde sus energías haciendo cosas que sinceramente, encuentro sin sentido. Es por esto que yo decidí convertirme en alguien con un propósito. Transformar mis días en alegres y con contenido. Vivir de fondos y no de formas. Es cierto que quizás soy el chico que se ríe fuerte y habla sobre cosas desbordadas y fuera de protocolo, pero me gusta ser así, me siento cómodo y conforme a mi línea. Desde hoy me prometí a mi mismo ser sincero ante todo, olvidar las malas jugadas, perdonar a los malos obradores y aprender de mis errores. Desde hoy iré con mi bolso largo y zapatillas sin cordones por donde yo quiera. Tal vez pase por un Smoothie si se me antoja, y si encuentro alguien que alguna vez ví, cierro la puerta de la tienda y me voy junto a las palomas de la Plaza Independencia. La felicidad está mas cerca de lo que yo mismo he creído todo este tiempo, porque tal vez debí haberla buscado dentro de mí y no en alguien que lejos de llenarme arañó mis buenas intenciones. Porque tal vez buscando hacer el bien me equivoqué y erré, pero no me arrepiento, porque ahora soy grande. Ahora que ya soy fuerte puedo decir con toda seguridad que me gusta mi vida. Soy tal vez el único chico que se puede pasear con una bolsa de boutique o tal vez con un logo de Fresh Handmade Cosmetics, pero me siento cómodo porque preferiría mil veces que alguien se riera de mí por lo que soy a que lo hicieran por lo que aparento ser. Hoy he dicho Shake it off a todas esas personas que me producen náuseas y devolver el champagne de la inauguración de algún salón de bellas artes. Y es que si me ves en la barra de algún antro de mala muerte, no te acerques a saludarme, porque mientras más lo intentes, más te pediré.
Hoy estoy lleno de sueños y de deseos. Hoy uso un abrigo de corte inglés y la boina que siempre quise. Hoy entendí que estoy más cerca de lograr lo que alguna vez me propuse. Abro la valija, pongo el sobre, y la vida sigue su destino...

Era la quinta copa y el alcohol quemaba mi garganta. Buscaba escapar, encontrar una solución tal vez al laberinto que habían formado mis dudas. No era amor sino las trazas de venganza que se habían apoderado de mi corazón. Estaba demasiado sobrio para disfrutar cómo entrabas en mí. Era demasiado imperfecto para fotografiar el momento. Sólo una lágrima de sangre relata la descarnada historia de un príncipe desencantado que mira el techo cuando el amor llega a su punto máximo. Si imaginarse el hombre perfecto ayudaba a que mojaras mi pecho, en ese momento no había mucho que pensar, pues era matar o morir. La noche azotaba la cabaña y los volcanes se hacían oír dentro de mí. Era un tanto ilógico cómo tanta desdicha podía haber llegado a una cama de lava que lejos de quemar, congeló hasta la última fibra de mi ser. Cogí las sábanas y ahorqué hasta el más diminuto susurro que podía hacer pensar que algo no iba bien. Lo sé, me equivoqué. Debí haber cerrado la puerta del taxi y tomar el vuelo a la ciudad más tranquila de este planeta. Fallé, y lo peor es que sin mover pieza alguna el jaque mate ya estaba declarado. Suena la melodía más desgarradora que pudo oírse alguna vez y el ermitaño entró a su guarida y no salió más...